El Millonario, que el 23 de noviembre jugará la final de la Copa Libertadores, sumó otro partido definitorio: será ante el sorprendente equipo que eliminó a Lanús en semifinales.
El árbitro Mauro Vigliano fue eje de dos jugadas polémicas: una tras cobrarle a instancias de su asistente una inexistente posición adelantada a Rafael Santos Borré que terminaba en el 2-0 para River, y la otra sobre el final del juego para Estudiantes cuando Diego Figueroa remató al arco, Franco Armani dio rebote y al intentar atraparla Lautaro Díaz marcaba el 1-1, pero le cometía infracción.