El mandatario alienta a la policía a usar la “fuerza letal sin adecuada justificación; ha intentado debilitar el poder de la sociedad civil y de los medios; ha atacado a los defensores de la selva, dado luz verde a la tala ilegal en la Amazonía y ha socavado los esfuerzos para combatir la tortura”, dijo Human Right Watch.
El presidente Jair Bolsonaro está “atacando frontalmente” los derechos humanos en Brasil con su política de seguridad y de medio ambiente, denunció este miércoles el director de la ONG Human Rights Watch (HRW), Kenneth Roth.
El mandatario alienta a la policía a usar la “fuerza letal sin adecuada justificación; ha intentado debilitar el poder de la sociedad civil y de los medios; ha atacado a los defensores de la selva, dado luz verde a la tala ilegal en la Amazonía y ha socavado los esfuerzos para combatir la tortura”, dijo Roth.
Es la primera vez que HRW trae su junta de directores a Brasil para reunirse con autoridades locales para “manifestar presencialmente nuestra preocupación”, agregó.
Aunque considera que Brasil “tiene una democracia fuerte”, el abogado estadounidense advierte que la misma “está en juego”.
“Un presidente, solo porque es electo, no está por encima de la ley. Muchos autócratas en el mundo tratan de ponerse por encima de la ley, dicen: ‘fui elegido, no necesito seguir la ley, no necesito respetar los derechos humanos'”, alertó durante una rueda de prensa en Sao Paulo.
“Así es como emerge un gobierno autoritario, así es como se generan este tipo de dictaduras elegidas”, dijo.
Durante su visita a Brasil, entre el 14 y el 17 de octubre, los miembros de HRW se reunieron con el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y con el canciller, Ernesto Araújo.
De acuerdo con Roth, el equipo de Bolsonaro no respondió a su solicitud de reunión y el gobernador de Rio de Janeiro, Wilson Witzel, les negó un encuentro.
Witzel, al igual que el mandatario, promueve una política de mano dura contra la criminalidad, multiplicado los enfrentamientos armados entre la fuerza pública y delincuentes, que en varias ocasiones dejan víctimas civiles.
En los primeros ocho meses de 2019, 1.249 personas murieron asesinadas a manos de la policía en el estado de Rio de Janeiro, un aumento de 16% respecto al mismo período de 2018, año en que, en total, se registraron 1.534 muertes.
Fuente: Tiempo Argentino.